Tipo de ítem Olivetti Programma 101

Calculadora de sobremesa (para algunos, el primer ordenador de sobremesa), programable con tarjetas magnéticas, y en un lenguaje con instrucciones condicionales. Aunque se vendió como una calculadora, en realidad tenía todas las características de los ordenadores de su época. Calculadora u ordenador, lo que queda claro es que su éxito impactó notablemente en el futuro de los ordenadores personales.

Cuando Olivetti diseñó una nueva forma de usar las calculadoras en 1964, no esperaban diseñar la primera computadora de escritorio programable comercial del mundo. Pero eso es exactamente lo que hicieron con la Programma 101. Vendida como calculadora, con un peso de 35,5 kg, estaba dotada de condiciones lógicas (saltos condicionales e incondicionales), instrucciones de salida, registros y la posibilidad de guardar datos y programas en una memoria interna y en un soporte magnético externo y operaba sobre registros numéricos, por lo que en realidad tenía más en común con un ordenador de la época que con una simple calculadora. Este diseño sería posteriormente copiado y extensamente difundido por Hewlett-Packard (tras el pago de $900.000 a Olivetti) a través del HP 9100A (1968).

La Programma 101 era capaz de hacer sumas, restas, multiplicaciones, divisiones, raíces cuadradas y módulos. El usuario opera el ordenador con el teclado como lo haría con una calculadora, pero en lugar de simplemente escribir la ecuación, podía escribir un programa en un simple lenguaje ensamblador. Este programa podía almacenarse en una tarjeta magnética y recuperarse posteriormente cuando fuera necesario, introduciendo los datos a usar y ejecutando el programa. La salida era a través de la impresora incorporada.

La Programma 101 llegó a numerosos ámbitos donde nunca antes se había conocido el uso de ordenadores: medicina, pequeñas empresas, estudiantes, topógrafos y como gran logro llegó a introducirse dentro de la vida cotidiana de las personas, algo inimaginable para las grandes computadoras que en ese momento existían. Con un precio oficial de $3,200 (equivalente a $30,900 en 2023), se vendieron unas 44.000 unidades, 40.000 de ellas en EE.UU. Las fuerzas aéreas norteamericanas la usaron para la planificación de operaciones bélicas en la Guerra de Vietnam, más concretamente para calcular coordenadas en los bombardeos dirigidos desde tierra de los B-52 Stratofortress. La agencia espacial norteamericana NASA compró en 1966 más de 10 unidades que utilizó en la elección de puntos de aterrizaje y en el cálculo de las maniobras de alunizaje de la misión Apolo 11 que en julio de 1969 llevó al hombre a la luna por primera vez. Su innovador diseño exterior también la ha llevado a ser expuesta en el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York.